No hay mucha gente que suela relacionar la salud dental con las alergias, pero lo cierto es que las segundas pueden tener un efecto sobre la primera. Este es el objeto de estudio del artículo que vais a leer a continuación y en el que vamos a intentar desgranar este tema en profundidad. Lo cierto es que es una relación para muchos desconocida pero que está ahí y que va a tener mucho que decir sobre el bienestar general de un montón de gente. Y es que la salud dental tiene una importancia mucho más grande de la que podáis llegar a pensar en un principio. Lo hemos dicho siempre y siempre lo diremos.
La boca es uno de los lugares del cuerpo que más problemas puede presentar cuando se produce un episodio de alergia en una persona. Y, por tanto, debemos tener un cuidado especial con este espacio porque no cabe la menor duda de que, cuanto más cuidado lo tengamos, menos riesgo vamos a padecer con respecto a una boca y dientes que son elementos muy importantes en nuestra vida porque gracias a su conjunto podemos hablar, respirar, comer, beber y un montón de acciones más que son básicas para el ser humano. Una persona que no cuide de su boca es alguien que está expuesto a infinidad de problemas.
Las alergias afectan a la salud bucal, es algo que está más que demostrado. ¿Cómo lo hacen? La respuesta más certera posible para explicar esto es algo que solo nos pueden proporcionar los expertos en la materia y para ello hemos recurrido a los amigos de Doctor Sánchez Moya, a quienes les avalan más de 4 décadas de experiencia en diferentes áreas de la odontología. Ellos nos han explicado los diferentes tipos de influencias que se generan en este sentido y las consecuencias que eso puede tener para nuestro bienestar. Vamos a echarle un vistazo a este asunto para que podamos adquirir la conciencia necesaria y evitar, por tanto, problemas a los que nos estamos refiriendo.
Lo primero que provocan las alergias en la salud bucal es sequedad puesto que la producción de saliva no es la misma que habitualmente. En segunda instancia, se produce una inflamación de las encías hasta el punto de que puedan llegar a sangrar. Además de todo eso, también es habitual que haya dolor en los dientes y en la mandíbula. Y, por si fuera poco, hay posibilidad de que surjan reacciones alérgicas en la cavidad oral. Como podéis ver, estamos hablando de muchas cosas que pueden suceder y que tienen que ver con el objeto de estudio de este artículo: la relación entre la salud dental y una alergia.
Si eres de las personas que sufre las consecuencias de la alergia en su salud dental, hay algunos consejos que debes tener en consideración para ‘capear’ del mejor modo posible este asunto. Beber agua de manera continua es algo importante porque así generarás saliva. Por otro lado, debes usar enjuagues bucales que hidraten. También tienes que cuidar la higiene oral cepillando los dientes al menos dos veces al día y también has de acudir al dentista si notas dolores. Con todos estos consejos, tienes armas más que de sobra para luchar contra un problema que puede llegar a ser muy molesto. Demasiado.
Hay alergias de muchos tipos, pero es cierto que no se suele relacionar un problema como este con la salud dental… a pesar de que las conexiones son evidentes en muchas ocasiones. La nariz y la boca son las dos zonas del cuerpo que más expuestas se encuentran a las alergias y la verdad es que este es un asunto que deberíamos tener controlado en la medida de lo posible porque puede incidir en nuestra vida, especialmente si no tenemos cuidado de evitar aquellos objetos o productos que nos den alergia o no sabemos que la tenemos, que puede ser… y, de hecho, pasa. ¿Cuántas veces nos hemos dado cuenta de que tenemos una alergia tiempo después de que nuestro cuerpo haya dado algún síntoma de la misma?
Además, tengamos en cuenta que la alergia puede aparecer en nuestro cuerpo con independencia de la edad que tengamos. Se tiende a pensar que algo que no nos da alergia cuando somos pequeños no nos la va a dar en ningún momento de nuestra vida, pero la realidad se ha encargado de demostrar en múltiples ocasiones que esto no es así, que nuestro cuerpo puede reaccionar de una manera muy diferente a un mismo tipo de producto en diferentes momentos temporales. Y creemos que este es el mejor modo de demostrar que la alergia no es como una ciencia en la que 1 más 1 sean 2 ni mucho menos.
La alergia, en efecto, es un problema común
Cada vez tenemos una sensación más grande de que la alergia es uno de los problemas respiratorios más grandes que podemos encontrar en España… y la sensación es correcta. Con el paso de los años, hemos ido teniendo la sensación de que a nuestro alrededor ha ido creciendo la cantidad de personas que sufren un problema como del que estamos hablando. Lo hemos visto en familia, en amigos, en compañeros de trabajo… Daba la sensación de que nos encontrábamos en una situación en la que parecía que el cuerpo humano era más proclive a padecer este tipo de cosas que en tiempos pasados.
Así lo hizo saber una noticia publicada en la web de Onda Cero. En concreto, decía que aumentaban los casos de alergia en España e incidía en los síntomas y las diferencias con el resfriado. Esa incidencia de alergias ha crecido, según la noticia, en un 42% en los últimos años. Y, por cierto, no es una cosa que ya solo tenga que ver con la primavera, sino que se extiende a cada vez más meses del año. Por tanto, todo lo que no sea extremar las precauciones cuando tengamos la más mínima sospecha de esto es ponerse en un riesgo innecesario y que, desde luego, puede depararnos muy malas noticias para nuestro bienestar.
En el mes de julio de 2022, según datos de los que disponía el portal web Infosalus, un 25% de la población española padece algún tipo de alergia respiratoria. Estamos hablando de que 1 de cada 4 personas en nuestro país puede encontrarse en una situación así y que puede tener que enfrentarse a esos problemas que hemos dicho que la alergia puede ocasionar en lo que respecta a nuestra boca y a nuestra salud bucodental en general. La verdad es que, si bien se puede hacer poco para evitar que nuestro cuerpo muestre síntomas de una alergia, sí que podemos estar muy pendientes de todo aquello que tenga que ver con su impacto en la boca, que es una zona en la que cualquier dolor nos molesta de lo lindo.
Siempre que tengamos en cuenta todo lo que nuestra boca requiere en términos de salud bucodental, vamos a estar previniendo cualquier problema que una alergia nos pueda causar en esta zona de nuestro cuerpo. Por eso es importante que se conciencie a las generaciones más jóvenes respecto a los hábitos que hay que tener para cuidar de la salud de sus dientes a través del cepillado tres veces al día de los mismos y de acudir al dentista al menos una vez cada año, que es lo que va a permitir que podamos anticiparnos a la llegada de algún problema bucodental que, una vez presente en la boca, sea más molesto de eliminar.
Está claro que las alergias van a seguir existiendo porque forman parte de la propia naturaleza humana. Eso no nos lo quita nadie. Pero estaréis de acuerdo con nosotros cuando afirmamos que este es un asunto ante el que podemos poner algunas medidas que minimicen el impacto del peligro que estemos asumiendo. Como ya habéis visto, hay algunas maneras de conseguirlo y solo tenemos que ponernos en manos de las personas que conozcan este asunto y tengan experiencia en la prevención de sus riesgos. Desde luego, solo de este modo podremos reducir los miedos que provocan las alergias y haremos una vida lo más normal posible incluso en momentos en los que tengamos un brote.
Estad atentos especialmente a los peques y a los mayores, que suelen ser los colectivos más vulnerables en lo que respecta a este tipo de cosas. Si estáis a cargo de alguna de estas personas, no estaría de más que tuvierais la alarma encendida y que reviséis el estado de salud bucal que tengan para que cualquier alergia no incida demasiado en la vida y en el bienestar de estas personas. Y es que, como hemos venido repitiendo, estamos hablando de algo que va a permitir que se minimice cualquier peligro o cualquier riesgo que tengamos entre manos. Y, por supuesto, no os vayáis a olvidar de todo lo que tenga que ver con vuestra propia salud bucal.