¿Sabías que la maloclusión dental en España alcanza el 75% de la población? Esta cifra se refiere a la prevalencia en la población adulta. La prevalencia en población infantil es aún mayor y alcanza el 90%.
Las maloclusiones tienen un impacto negativo en la salud oral, en la estética facial y en la calidad de vida. Si es tu caso sabes de lo que hablamos, ¿verdad? Provoca problemas de masticación, de erupción dental, de articulación temporomandibular (ATM), de higiene dental y de autoestima. En la mayoría de los casos la maloclusión dental se corrige con el tratamiento de ortodoncia que puede realizarse en niños, adultos y adolescentes.
¿Es hereditaria la maloclusión dental?
Sí, la maloclusión dental es hereditaria. De hecho, los factores genéticos son el principal factor que contribuye a su desarrollo. Y es que, la herencia influye en el tamaño, la forma y la posición de los dientes. También influye en el crecimiento de los huesos maxilares, nos explican en Mesiodens, clínica dental en León desde hace más de 25 años, formada por un equipo de profesionales especialistas que ofrecen servicios de odontología integral.
Diferentes estudios han demostrado que los hijos con maloclusión dental tienen un mayor riesgo de desarrollar la misma condición. Aunque el genético no es el único factor que contribuye a la maloclusión dental. Hay otros factores, como los hábitos orales, enfermedades y traumatismos, que también juegan un papel decisivo.
Los hábitos orales, como la succión del dedo, la respiración bucal y el uso del chupete, contribuyen al desarrollo de maloclusiones dentales.
Traumatismos, como golpes en la cara, dañan los huesos maxilares y la mandíbula. Esto puede causar una maloclusión.
Las enfermedades, como la caries y la enfermedad periodontal, también contribuyen a la maloclusión dental.
En el caso de que tengas antecedentes familiares con maloclusión dental, te recomendamos visitar un ortodoncista para que te haga una evaluación. El ortodoncista diagnostica cuáles son las causas de la maloclusión y te recomienda el tratamiento adecuado para ti.
El tratamiento de las maloclusiones dentales ayuda a mejorar la salud oral, la estética facial y la calidad de vida. ¿Cuál es el tratamiento más común? El tratamiento más habitual para la maloclusión dental es la ortodoncia. La ortodoncia utiliza brackets, alambres y otros dispositivos para mover los dientes hacia su posición correcta.
¿Qué es la maloclusión dental?
La maloclusión dental es una condición que se caracteriza por la desalineación o relación incorrecta entre los dientes de la arcada dentaria superior e inferior cuando se acercan entre sí al cerrarse los maxilares. Esto causa problemas de masticación, de erupción dental, de articulación temporomandibular (ATM), de higiene oral y de autoestima.
Las maloclusiones dentales pueden ser de diferentes tipos, según la posición de los dientes, los huesos mandibulares y la mandíbula. Los tipos más habituales de maloclusión son:
- Maloclusión de clase II. En este tipo de maloclusión los dientes superiores se sitúan más adelantados que los inferiores.
- Maloclusión de clase III. En la maloclusión de clase III los dientes inferiores se sitúan más adelantados que los superiores.
- Mordida abierta anterior. En este tipo de maloclusión, los dientes frontales superiores no contactan con los inferiores.
- Mordida cruzada posterior. En la mordida cruzada posterior, los dientes posteriores superiores se sitúan por detrás de los inferiores.
Los síntomas pueden variar según el tipo de maloclusión, pero los más comunes son: dientes apiñados o superpuestos, piezas dentales torcidas o mal posicionadas, dientes que no encajan correctamente, problemas de masticación, de erupción dental, de articulación temporomandibular (ATM), problemas estéticos y de higiene oral.
¿Cómo afecta la maloclusión en la salud bucodental?
La maloclusión dental afecta a la salud bucodental de varias maneras, entre ellas:
- Problemas de masticación. Los dientes desalineados dificultan la masticación de los alimentos y provoca problemas digestivos, como estreñimiento e indigestión. Por ejemplo, una persona con una mordida cruzada posterior tiene problemas para masticar los alimentos que requieren una masticación lateral, como las zanahorias y las manzanas.
- Problemas de erupción dental. Los dientes mal alineados dificultan la erupción de los dientes permanentes. Esto provoca problemas de espacio y alineación. Por ejemplo, una persona con apiñamiento tiene dificultades para que los dientes permanentes echen raíces. Esto provoca que los dientes permanentes se salgan de su lugar o que no puedan salir del todo.
- Problemas de la articulación temporomandibular (ATM). ¿Qué es la ATM? Es la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo. La maloclusión dental provoca problemas en la ATM, como dolor y limitación del movimiento. Una persona con mordida cruzada anterior tiene más probabilidades de desarrollar problemas de ATM.
- Dificultad en la higiene oral. Los dientes desalineados dificultan el cepillado y el uso del hilo dental. Esto aumenta el riesgo de caries y enfermedades periodontales. Por ejemplo, una persona con apiñamiento severo tiene dificultades para llegar a todos los dientes con el cepillo. Esto provoca la acumulación de placa y sarro que causa caries o enfermedades periodontales.
- Problemas estéticos. La maloclusión dental afecta la apariencia facial y esto conlleva problemas de autoestima. Y es que, una persona con mordida abierta se siente incómoda al sonreír.
En algunos casos, la maloclusión dental provoca complicaciones graves, como la pérdida de dientes y caries dentales avanzadas.
¿Cómo afecta a la estética facial?
La maloclusión dental no solo afecta a la salud bucodental, también afecta a la estética facial, ¿cómo? De las siguientes maneras:
- Cambios en el tamaño y en la forma de la cara. Las maloclusiones dentales provocan cambios en la forma y tamaño de la cara. Por ejemplo, una persona con una mordida cruzada suele tener un mentón más pronunciado.
- Cambios en la línea de la sonrisa. La maloclusión dental también afecta a la sonrisa. Provoca cambios en la línea de la sonrisa. Por ejemplo, una persona con apiñamiento suele tener una sonrisa desigual.
- Proporción facial. Las maloclusiones dentales también provocan cambios en la proporción facial. Por ejemplo, una persona con una mordida abierta suele tener una cara más larga.
Estos cambios tienen un impacto negativo en la autoestima y la confianza en sí mismo, incluso puede llegar a causar otros problemas, como depresión y ansiedad.
Tratamientos para la maloclusión dental
Existen diferentes tratamientos para la maloclusión dental. El tratamiento adecuado dependerá del tipo y gravedad de la maloclusión. Los tratamientos más comunes son:
- Ortodoncia. La ortodoncia es el tratamiento más común para la maloclusión dental. Utiliza brackets, alambres y otros dispositivos para mover los dientes hacia su posición correcta. Los brackets pueden ser removibles o fijos. Los brackets fijos se adhieren a los dientes y se deben usar durante un periodo de tiempo prolongado. Sin embargo, los brackets removibles se pueden quitar para comer y cepillarse los dientes.
- Cirugía ortognática. ¿Qué es la cirugía ortognática? Es un procedimiento quirúrgico que se utiliza para corregir los huesos maxilares y la mandíbula. Esta cirugía se suele combinar con la ortodoncia.
- Tratamiento interceptivo. Este tratamiento se utiliza para corregir la maloclusión dental en niños. El tratamiento interceptivo previene que la maloclusión se agrave.
- Extracciones dentales. En algunos casos, es necesario extraer uno o más dientes para crear espacio y así el resto de dientes se muevan a su posición correcta.
- Aparatos ortopédicos. Estos aparatos se utilizan en niños pequeños para corregir la posición de los dientes y los huesos maxilares.
Estos tratamientos son seguros y eficaces. Lo perfecto es que sea el ortodoncista o el cirujano el que te informe sobre los beneficios y riesgos de cada uno de ellos y determine cuál es el más apropiado para ti.
Conclusión
Terminamos con una serie de recomendaciones para prevenir la maloclusión dental. Lo primero que debes hacer es visitar al dentista con regularidad. Él detectará y tratará cualquier problema que pueda contribuir a la maloclusión. También debes evitar los hábitos orales, como la succión del dedo o la respiración bucal. Por último, te recomendamos tratar las enfermedades dentales, como la caries y las enfermedades periodontales, que contribuyen a la maloclusión dental.
Recuerda que el tratamiento depende de la edad del paciente, la gravedad de la maloclusión y los objetivos del tratamiento. Por ejemplo, el tratamiento de la maloclusión dental es más eficaz en niños y adolescentes. Y cuanto más grave sea la maloclusión, más complejo será el tratamiento.